Los problemas son algo cotidiano con lo que se convive y la manera de afrontarlos va a determinar nuestro pensamiento hacia ellos y también hacia el entorno donde se producen. La resiliencia o capacidad de recuperación ante la adversidad, así como el aprendizaje positivo ante las dificultades tomadas como oportunidades que se adquieren en la infancia temprana marcará la vida de los individuos y dotará a las personas de una cohesión social, flexibilidad y tolerancia, necesaria para vivir en sociedad. La resolución de problemas es, por tanto, una herramienta muy valiosa de la que nos servimos siempre que nos encontramos frente a un conflicto físico o social y ayuda en nuestras relaciones, reconduciendo los pensamientos negativos, aumentando la eficacia y elevando nuestra autoestima.
A continuación os dejamos un documento para trabajar la resolución de conflictos: